Gastronomía murciana en Todos los Santos
Algunas tradiciones se hacen hueco en la mesa, como ocurre con la gastronomía murciana en Todos los Santos. Estas fechas traen de la mano deliciosos productos que se siguen consumiendo generación tras generación. Aunque ahora estén de moda los dulces del “truco o trato”, la huerta ha tenido siempre sus propias golosinas con las que endulzar el recuerdo de los que se han marchado.
Buñuelos de viento y huesos de santo se hacen hueco en las mesas estos días, junto a otras recetas algo más exclusivas de Murcia, como el pan de higo o el arrope y calabazate. Otra muestra más de la rica y variada oferta que ha llevado a conseguir la distinción de Capital española de la gastronomía durante 2020 y a renovar el nombramiento para 2021.
Arrope y calabazate
El arrope es un líquido denso que se obtiene tras hervir higos y colarlos. Puede usarse como si fuese miel o sirope, pero lo tradicional es degustarlo con calabazate, que mezcla alimentos como el membrillo, el melón y los boniatos. El resultado es un dulce al que no se le añade azúcar, ya que se vale del acaramelado sabor de los higos.
Pan de higo
Con higos, albaricoques (orejones) o dátiles secos se forma una pasta con la que se mezclan frutos secos como las nueces o las almendras. Un dulce alimento que se producía y consumía mucho en la huerta, ya que aprovechaba el excedente de frutas, se conservaba durante mucho tiempo y además, aportaba energía para las largas jornadas de trabajo. En la actualidad existe una tendencia a utilizar el pan de higo combinado con distintos tipos de queso.
Buñuelos de viento
Cuenta la leyenda que, si te comes un buñuelo de viento, sacas un alma del purgatorio. Se elaboran con una masa y reciben este nombre porque, al echarlos a la sartén, se inflan y quedan huecos por dentro. Pero como a algunos no les gusta lo de perder bocado, hay quien opta por rellenarnos con crema pastelera, chocolate o nata.
Huesos de santo
Elaborados con mazapán y yema, su forma se asemeja a la de un hueso. Aunque, lejos de lo que pueda parecer, la degustación de este dulce durante la festividad de Todos los Santos se vincula al recuerdo cariñoso de los difuntos. Esta tradicional receta también se ha reinventado, y ahora puede encontrarse con diferentes rellenos e incluso con baños de chocolate.
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